
Cuerpos, pulsión de muerte (rev.)
27 septiembre, 2017
La caricia del cine
13 octubre, 2017Formato | 16x23cm |
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ISBN | 978-84-947003-6-1 |
Páginas | 476 |
Encuadernación | fresada con solapas |
Colección | Contracampo |
Pueblos en lágrimas, pueblos en armas
Georges Didi-Huberman
EL OJO DE LA HISTORIA, 6
Las sublevaciones son hijas de las lágrimas. El llanto es una trepidación. La Historia es hija de las historias de quienes han llorado. Nace en el arco que va del dolor al deseo, de la pasión a la acción, de la opresión a la revuelta, a la sublevación que dice “no”. Quien dice “no” puede, después, decirlo todo. Cada vez que soy quemado, quemo. Por cada abatimiento, ira. Por cada tierra arrasada, imprecación. Mi movimiento es plural; mi duración, fluida. Mi emoción, ese fenómeno social, dice “nosotros”. No es la respuesta funcional que se espera de mí, no es un fetiche en el mercado de los llantos. La lágrima es cuchilla y tempestad. Así se llora en la escena de duelo de El acorazado Potemkin, en cuyo núcleo Georges Didi-Huberman apoya su compás, entre una ejecución individual y una masacre de los inocentes, tejiendo el salto del ritual fúnebre ancestral al sismo político contemporáneo.
Stalin pedía un objeto de conmemoración y propaganda. Sergei Eisenstein le dio en Potemkin una celebración de la impotencia, un cine-puño o puñal que rasga el dogma, la imagen como corte o como atmósfera, beligerante o enamorada de otra imagen, que la afecta y la infecta a la vez, el montaje como psicotécnica: una geometría de los procedimientos y un latido, una respiración. No se trata de lo que el ojo ve, sino también de lo que conmueve al ojo. Ruptura y éxtasis y metamorfosis, bengala y zigzag, sin reconciliación ni síntesis. El pavor que cae sobre cada signo de belleza, para prohijar otro modo de estar juntos.
Anclado en el Potemkin, Georges Didi-Huberman traza en este libro la historia de la emoción desde Aristóteles a Gilles Deleuze, con especial atención a las oscilaciones de Roland Barthes entre la fobia por la histeria del sentido obvio que censuró en Potemkin y su rendición ante el detalle desplazado del sentido obtuso y la flecha del punctum a bordo de ese mismo acorazado. Este libro cuenta la historia en pedazos de Eisenstein, la historia de sus filmes en pedazos. Y detecta en la línea incandescente de su filmografía la tarea incansable de la imagen, es decir, del gesto, tal como la detectara, tocándola al mirar, Aby Warburg: hacerse emoción que piensa, migrar sin brújula oficial, sobrevivir.
(Saint Étienne, 1953) es historiador del arte y teórico de la imagen, profesor en la École de Hautes Études en Sciences Sociales (París) y curador artístico. Entre sus libros publicados en español, se destacan Imágenes pese a todo-Memoria visual del Holocausto (2004), Lo que vemos, lo que nos mira (2004), Venus rajada: desnudez, sueño, crueldad (2005), Ante el tiempo. Historia del arte y anacronismo de las imágenes (2006), Cuando las imágenes toman posición (2008), La imagen superviviente (2009), Ser cráneo (2009), Ante la imagen. Pregunta formulada a los fines de la historia del arte (2010) y Exvoto: imagen, órgano, tiempo (2013).
Con Pueblos en lágrimas, pueblos en armas, Shangrila continúa su publicación en español de las obras de Georges Didi-Huberman, un proyecto que también incluye, hasta hoy, Cortezas (2014), Blancas inquietudes (2015), En la cuerda floja (2015), Fasmas – Ensayos sobre la aparición, 1 (2015), Falenas – Ensayos sobre la aparición, 2 (2015) y Pasados citados por Jean-Luc Godard (2017).
Formato | 16x23cm |
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ISBN | 978-84-947003-6-1 |
Páginas | 476 |
Encuadernación | fresada con solapas |
Colección | Contracampo |
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